martes, agosto 14, 2007

Espiritualidad Satyrica VII Seccion C: "Cosmogonia Pagana v/s Cosmologia Judia"




Tenemos entonces que el optimismo de Einstein era prematuro, y poco a poco los cosmólogos fueron comprendiendo, que el Big Bang no resuelve el problema de la estabilidad del universo. Para los físicos del siglo XXI, Joâo Magueijo y Andy Albrecht, la vanguardia de la investigación sigue siendo el problema de Einstein en 1916. Si de verdad puede hacer esa conexión, es por lo que se podria querer que la velocidad de la luz varíe. Se podría pensar, que deberíamos estar contentos con el éxito del Big Bang y no quejarnos, pero estamos preocupados. El Big Bang tiene un problema y ese problema es que deberíamos estar aquí. El universo se ha ido expandiendo poco a poco, durante 15.000 millones de años, tiempo de sobra para que las estrellas, los planetas y los cosmólogos evolucionen. El problema está, en que es casi imposible que del Big Bang salga un universo que se expanda poco a poco, o bien se expande demasiado rápido o se repliega sobre sí mismo. En cualquier caso, el universo no podría durar demasiado. Una buena comparación es la utilizada por Vikernes en Irminsul, de lanzar una piedra al aire, la lanzamos hacia arriba y esperamos que caiga después de un tiempo. La lanzamos un poco más fuerte, y tarda un más en caer, pero acaba cayendo. Si la lanzamos lo bastante fuerte, algo que ningún ser humano pueda hacer, pero si la N.A.S.A. con una nave espacial, puede abandonar la atracción gravitacional de la tierra y volar eternamente. Esto es lo que no concibe Vikernes, que la explosión de Odín haya sido tan fuerte que haya puesto la materia fuera del alcance de la Gravedad de Thor. En el universo existe un equilibrio muy delicado. Si lanzamos la piedra al aire sigue adelante, no sabemos si dará la vuelta, sigue adelante hasta que ya no se la ve volar, ni la vemos dar la vuelta, se ha equilibrado al final, año tras año, miles de años, miles de millones de años. Han pasado casi 15.000 millones de años y seguimos sin saber, si va a dar la vuelta, o si seguirá volando de frente. Con la pelota, todo depende a la velocidad a la que sea lanzada. Con el universo, la clave está en la cantidad de materia y de energía del Big Bang. Para producir la expansión poco a poco, la velocidad de la energía tiene que ser precisamente la correcta. Cómo comenzamos este universo de una forma tan especial?. Debemos tomar un número que describa la densidad de la materia del universo y llevarlo correctamente hasta cientos de decimales, uno tras otro. Si nos equivocamos en un solo decimal, todo fracasará. Ningún físico es capaz de establecer un universo de una forma tan delicada. Sin embargo, algo estableció el universo correctamente. Algún misterioso proceso consiguió que la materia y la energía tuvieran la misma densidad en todas partes, manteniendo el cosmos en un equilibrio perfecto. Los científicos denominan a esto, el problema de la planeidad. El problema de la planeidad, es el hecho de que el universo es como un lápiz que se mantiene en pie sobre su punta durante 15.000 millones de años y aún es mucho peor… El misterio es que si decimos… vale!, supongamos que al principio las cosas eran diferentes y surgió algo que lo ajustó todo tal y como era antes, aparece el siguiente problema: nada puede viajar más rápido que la luz. El universo es muy grande, más grande de lo que podemos imaginar y de lo que podemos ver. Hay regiones del espacio tan lejanas, que son invisibles, porque la luz que viene de ellas aún no ha tenido tiempo de alcanzarnos. En efecto, estamos rodeados por un horizonte, este horizonte ha estado creciendo a la velocidad de la luz desde los comienzos del universo. Pero más allá de él, existen regiones con las que nunca hemos tenido ningún tipo de contacto. Como nada, ni la energía, ni ninguna clase de proceso físico, puede viajar a más velocidad que la luz, nada puede cruzar el horizonte. El universo tiene 15.000 millones de años, lo que significa que el horizonte es enorme. Está a unos 30.000 millones de años luz. Esto no indica que el universo sólo tenga ese tamaño, el universo es infinito, pero sí significa que la región que podemos ver, es la región que abarca 30.000 millones de años luz y a la inversa, aunque el universo sea joven sigue siendo muy grande, pero vemos una fracción cada vez más pequeña, porque el horizonte es cada vez menor. Para entender lo que esto significa, imaginemos que podemos viajar en el tiempo. Veríamos el universo encogerse, en lugar de expandirse. Pero nuestra vista encogería a mayor velocidad porque nuestro horizonte menguaría a la velocidad mayor posible, la velocidad de la luz. Las galaxias que hoy son visibles, serían invisibles para nosotros en el pasado, y también entre ellas, de manera de que el universo del principio, estaba dividido en pequeñas islas, aisladas dentro de sus pequeños horizontes. Esta imagen de un universo inconexo, se estrella contra la idea de un único proceso equilibrante necesario para resolver el problema de la planeidad. Los cosmólogos estaban confusos, la única forma de sortear el problema del horizonte, era suponer que toda la región que vemos hoy en día, comenzó siendo tan diminuta que podría caber dentro de un único horizonte. Esta idea denominada inflación, fue propuesta por Alan Wood y desarrollada después por Paul Steinhard y su colega Andy Albrecht. En la actualidad, su versión de la inflación es generalmente aceptada entre os científicos, pero es el propio Andy Albrecht quien nunca se ha visto llenamente convencido por su propia teoría. Lo que hay que hay que hacer, para que la inflación funcione, es inventar una forma de materia totalmente nueva que existe desde el principio del universo y que después desaparece, de manera que aún no contamos con ella. Siempre he tenido la molesta impresión, de que si inventamos tanto, es la inflación lo que debemos inventar?. O quizás la naturaleza hubiese elegido otra cosa?. Como la inflación es lo único que tenemos a mano, nos agarramos a ella como un clavo ardiendo. Pero hay quien lo necesita y eso está bien. Exagerando un poco, podríamos decir que se pueden resolver todos esos problemas de sintonía utilizando la intervención divina, y es quizás la inflación, una forma científica aceptable de invocar la intervención divina. Un día Mageijo vio que podría haber una forma mucho más sencilla de resolver el problema del horizonte. Comprendió que si rompemos una regla sencilla, aunque sagrada del juego, la constancia de la velocidad de la luz, podríamos resolver el problema del horizonte. Y mirando hacia atrás resultó obvio que cuando el universo era muy joven, si la luz era muy rápida, podríamos tener un horizonte enorme. Cuando el universo tenía un año de edad el horizonte sería una rápida luz que explotaría y que podría ser tan grande como quisiéramos, haciendo esto podemos hacer el universo entero. Si la luz del principio fuese mucho más rápida, un único horizonte podría ser lo bastante grande como para englobar todo el universo conocido. Era una idea audaz, demasiado audaz, pero Albrecht y Mageijo trabajaron en ella. Creando una física totalmente nueva. Se comprendió así que se podía solucionar el problema de la planeidad si la velocidad de la luz variaba. Según la física tradicional, la energía solo se transforma pero no se destruye, por lo que la cantidad de materia en el universo es fija de manera que la densidad de energía que el universo necesita, debe quedar establecida desde el principio. Si cambiamos algo tan fundamental como la velocidad de la luz, que forma parte integral de la física estamos rompiendo en el principio de que el universo es diferente en distintos momentos, y no conservamos la energía. Pero entonces se comprende que eso es exactamente lo que se necesita para resolver el problema de la "planeidad" porque viola la conservación de la energía, empujando al universo a la densidad de energía crítica. Es decir, se crea energía si se esta por debajo de la densidad de energía crítica y viceversa, quita energía si tienes en exceso, si se tiene demasiada densidad de energía. Según la nueva teoría, durante el principio del universo, la velocidad de la luz disminuía, lo que permitía al cosmos construir un termostato que creaba o destruía energía, de forma que la densidad crítica se mantenía con exactitud. De esa manera, el universo permanecía en equilibrio durante miles de millones de años. Mageijo y Albrech intentaron resolver el problema del horizonte y dieron con una teoría que resolvía el dilema de Einstein. Se concibe así entonces un universo estable mediante la creación de energía. Sin embargo era solo una teoría. Pero lo que los astrónomos descubrieron entonces sugería que la velocidad de la luz era la clave del mayor misterio de la cosmología. Qué ocurrió antes del Big Bang?. Hace tiempo, cuando el universo era aún joven, la luz viajaba a más velocidad de lo que lo hace hoy, las leyes de la física eran muy distintas, ésa, al menos era la teoría. Las pruebas sólo podían surgir de los mayores telescopios del mundo. Mientras estudian los lejanos confines del espacio, los astrónomos también retroceden en el tiempo. En 1998, el astrónomo británico John Webb, comenzó a sentirse interesado en si la cuestión de la constancia fundamental de la naturaleza, podría cambiar a medida que el universo evolucionaba. Utilizamos una técnica que nos permite analizar el pasado para medir la física tal y como los hacemos desde hace mucho tiempo. Lo hacemos utilizando cuásar. Los cuásares son los objetos más lejanos que podemos ver, se cree que son galaxias primitivas en proceso de formación. Pero a J. Webb, no le interesan los cuásares en sí. Los cuásares son en lo que respecta a este estudio, fuentes de luz muy lejanas que brillan a través del universo y cuyo brillo nos alcanza. Al hacerlo interceptan nubes de gas a lo largo de la línea de visión y así podemos estudiar la física de esas nubes de gas, observando el modo en que la luz es absorbida. Podemos observar nubes de gas relativamente cercanas y podemos observarlas tan lejos, como los cuásares más lejanos. En términos de retroceso en el tiempo, eso implica casi 10.000 millones de años, o una cifra semejante, que es hace mucho tiempo, de manera que estudiamos la física tal y como era cuando el universo era muy joven. Cuando la luz atraviesa una nube de gases interestelares colisiona con los electrones y las moléculas de gas. Y esto crea un dibujo de líneas negras en su espectro. J. Webb se fijó, en que este dibujo se veía distinto en el espectro de las nubes más lejanas. La influencia era asombrosa, o los electrones eran distintos, o la velocidad de la luz era mayor en el pasado lejano. Si es correcto es un resultado muy profundo para la física, porque sería el primer indicio de que las leyes de la naturaleza, no siempre fueron iguales, como lo son hoy. Pero más lejos en el espacio y en el tiempo, un descubrimiento aún más asombroso esperaba a los astrónomos. En la actualidad la cosmología está repleta de noticias que anuncian el regreso inesperado de Einstein, lambda (?). Para Mageijo eso significaría llevar su teoría aún más lejos. Ahora cree que la constante cosmológica, podía ser el nexo que une los cambios de la velocidad de la luz del origen del universo. Einstein ya esta en nuestro espacio-tiempo con su propia vida, cuando permitió que el espacio-tiempo se curvase para tener su propia dinámica y con la constante cosmológica dio un paso más adelante. Básicamente fue como darle al espacio-tiempo una energía propia. Incluso antes de poner la materia en el espacio-tiempo, cuando tenemos un vacío, en dicho vacío tenemos una determinada densidad de energía y eso es lambda. Tiene una propiedad muy interesante y hace que la gravedad sea repelente. Lambda produce una gravedad que repele las cosas en lugar de juntarlas. Y eso parece ser lo que le está ocurriendo al universo, que algo lo está separando. Y desde que Havel convenció a Einstein de que el universo está creciendo, los astrónomos han intentado medir su ritmo de expansión. La diferencia surgió cuando comenzaron a concentrarse en las estrellas que explotaban, denominadas supernovas. Pensaron que les permitiría hacer un mapa de la suave desaceleración del universo, pero lo que encontraron fue precisamente lo contrario. La cuestión es va aminorando el universo, como sería de esperar?. Y la respuesta es que en lugar de desacelerar, el universo lo que hace es acelerar. Algo está afectando al delicado equilibrio del universo, separando a las galaxias a la mayor velocidad. Es una nueva fuerza en el vacío del espacio. La aceleración se desprende de los datos de la supernova y hace surgir la asombrosa cuestión, de si debemos resucitar la constante cosmológica de Einstein y este se habría equivocado al quitarla en su ecuación definitiva. Es como si el espacio-tiempo estuviese repleto de energía. Enterrado entre las ecuaciones de esta teoría, Mageijo ha encontrado un nexo oculto entre esta energía y la velocidad de la luz. En algún momento hemos visto dos cosas importantes. Una es que la energía e la constante cosmológica, también depende de la velocidad de la luz. Y en concreto, si la velocidad de la luz desciende, la energía de vacío también desciende. Y la segunda cosa, es que la constante cosmológica, por sí misma, provoca cambios en la velocidad de la luz, pueda ser que descienda su valor. Por lo que surge una inestabilidad. Según la teoría de Mageijo, un cambio en el vacío puede producir un descenso en la velocidad de la luz, pero esto a su vez, reduce la cantidad de energía que el vacío puede tener, obligando a la energía a abandonarlo para pasar a la materia y a las radiaciones normales. Podría ser éste el genio del universo?. Qué ocurrió antes del Big Bang?. En estos escenarios del principio, hay un vacío dentro del vacío. La nada es la constante cosmológica. Hay un empuje de energía en el vacío. Y en sus teorías, esta energía que produce cambios en la velocidad de la luz, merma su valor. Igualmente se produce una merma en la energía de la constante cosmológica, la cual va a algún sitio. Va a la propia materia del universo y por tanto produce un Big Bang. Por lo tanto, esta merma en la velocidad de la luz, causante de un cambio en la misma, es la que da lugar al Big Bang. Al principio estaba el vacío, (Ginungagap) para nosotros los paganos) pero el vacío no era la nada y había luz. Y la luz cambió. Y el vacío produjo el mundo. Y el mundo estaba bien hecho, porque duró hasta que el hombre pudo comprenderlo. Pero ocurrirá que un día, la energía del vacío habrá expulsado lejos a todas las cosas, quedando tan solo el vacío. Pero el vacío no es la nada. Y podemos pensar que es el fin del universo, pero claro, según la nueva teoría está creando las condiciones para que vuelva a reducirse otro Big Bang. Un descenso repentino de la velocidad de la luz, o tal vez carga repentina de toda esta energía en otro Big Bang. Es posible que nuestro Big Bang, sea sólo uno entre muchos. Uno entre muchos aún por venir y uno entre muchos de los ya ocurridos, puede que el universo sea una secuencia de Big Bangs. El audaz reto de Mageijo, a la constancia de la velocidad de la luz lo ha llevado a observar el cosmos desde un punto de vista totalmente nuevo, en el cual el universo ya no tiene un principio y un fin, sino que es eterno. Un ciclo interminable de Big Bangs, producido a partir de la vasta reserva de energía del vacío.

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